Reinventarse sin perder la esencia no es fácil, pero New New Wave, el último trabajo de Lento Rodríguez, lo consigue con naturalidad aplastante. En este álbum, Gustavo Rizo Patrón se aleja de sus raíces LoFi e indie rock para entregarse a un sonido más pulido, más adulto, que coquetea con el dreampop y la New Wave, dejando claro que ha madurado como artista.

Producido entre Lima, Nueva York y Roma, New New Wave se siente como una obra de arte. La colaboración con Pablo Moreyra y la masterización de Howie Weinberg le otorgan una calidad de producción que brilla en cada pista. Aquí todo está meticulosamente colocado para crear un paisaje auditivo que exige ser explorado con auriculares.
El álbum no solo destaca por su sonido, sino por su capacidad para jugar con el tiempo. Los homenajes a Charly García, Air o Blondie están presentes, pero no como simples referencias; Rizo Patrón no imita, sino que reinterpreta, logrando un álbum que suena familiar y, a la vez, inédito. Se siente como un vinilo perdido de los años 80, redescubierto y remasterizado.
El álbum está compuesto por diez canciones, seis inéditas y cuatro versiones actualizadas de temas anteriores. Esta fusión de lo nuevo con lo viejo permite una reflexión sobre el paso del tiempo y la evolución artística. Estas versiones actualizadas no suenan forzadas, sino como canciones nuevas que dialogan entre sí, creando una cohesión que pocos discos logran.
New New Wave demuestra que Lento Rodríguez ha elevado su propuesta a un nuevo nivel. Este álbum es una prueba de que la música independiente de Latinoamérica está más viva que nunca, y que el futuro es brillante si proyectos como este siguen marcando el camino.