El artista chiclayano Astrod Pop estrena “Heridas”, un sencillo que marca el cierre de un ciclo y anuncia el comienzo de una nueva etapa en su carrera: el lanzamiento de su primer álbum de estudio. Con este tema, el proyecto reafirma su identidad dentro del pop independiente peruano, apostando por una propuesta emocionalmente cruda y sonoramente expansiva.
“Heridas” fue escrita en dos momentos distintos de la vida del músico Félix Aldair Pérez Álvarez, ambos marcados por rupturas personales. En ella, el artista enfrenta su propia dualidad: la fragilidad y el monstruo interior. La canción transita entre melodías etéreas y estallidos ruidosos, como un péndulo emocional que oscila entre la culpa, la ternura y la furia.
El sencillo combina elementos del indie pop con una producción minuciosa a cargo de Eduardo Martín, incorporando un sample de “Runaway” de Kanye West que funciona como interludio y declaración. Este fragmento refuerza el discurso de la pieza: el reconocimiento de la herida como espacio de transformación.
La portada, diseñada por Víctor Merino, representa esa tensión entre belleza y caos mediante un collage simbólico, mientras que Fabricio Mondragón aporta guitarras que acompañan el tránsito emocional del tema. Todo el proceso se llevó a cabo en Chiclayo, convertido en un laboratorio íntimo donde Astrod Pop sigue moldeando su sonido.
“Heridas” es el último adelanto antes del lanzamiento del álbum debut de Astrod Pop, una obra conceptual donde el artista desplegará una constelación sonora más amplia. Este primer disco explorará los contrastes que han definido su trayectoria: lo celestial y lo terrenal, lo introspectivo y lo visceral, lo humano y lo cósmico.
Sobre el lanzamiento, Aldair comenta:
“Heridas es un canto que comienza como susurro y termina como estallido. Lo escribí entre el derrumbe de dos relaciones, donde descubrí que en mí habitan la fragilidad y el monstruo al mismo tiempo. Esta canción no busca cerrar la cicatriz, sino aprender a convivir con ella.”
Con este lanzamiento, Astrod Pop confirma su compromiso con una estética que desafía los límites del pop peruano contemporáneo, situando la vulnerabilidad como punto de partida y la introspección como motor creativo.